sábado, 4 de octubre de 2014

La Catarata

El fin de semana pasado, fui a Uvita y me quedé en un hostel el viernes y el sábado. Este hostel estaba ubicado en la selva, rodeado por árboles grandes, plantas verdecitas y agua. Cerca del hostel, aproximadamente cinco minutos de paseo, se encuentra un río con una cascada y más a contracorriente, se encuentra una catarata. El agua fluyó rápido y la cascada crea una piscina grande y profunda, suficiente para que se pueda tirar.

El río estaba rodeado por la selva con más árboles grandes y arbustos tropicales. Por la corriente constante del agua, las rocas en el río se pusieron bien resbaladizas y me caí muchísimas veces. Especialmente porque la corriente era fuerte además de las rocas resbaladizas. Las rocas fuera del río eran afiladas, por eso ¡me dolían mucho los pies! Pero todo valió la pena. ¡Yo estaba en la selva!

La catarata tenía por lo menos 20 metros de altura. Tal como la cascada, el agua fluyente esculpió una cuenca profunda y el agua transformó en el color celeste. El agua se cayó desde un acantilado inclinado y resbaladizo, entonces me tiré de la catarata y bajé de ella como si hubiera sido un tobogán. También me tiré al agua hacia abajo desde diferentes alturas de los acantilados. El agua era muy fresca, el ambiente tibio y todo era hermosísimo. ¡Lo pasé muy bien!


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